Un grupo de atletas realizó una carrera desde Salamanca a Mo-rille para enterrar en el Cementerio Mausoleo su último suspiro des-pués de dicha carrera.
Los corredores participantes pertenecían al Centro de Investiga-ción del Cáncer (CIC), adscrito al Consejo Superior de Investigacio-nes Científicas y a la Universidad de Salamanca.
La acción tuvo en su esencia y desarrollo un carácter comprome-tido y solidario, de llamada de atención sobre la necesidad de com-promiso de instituciones y particulares sobre este tipo de estudios.
De hecho, el título de esta pieza, «El último suspiro», puede y acaso deba entenderse como la obligación de llevar el esfuerzo en tales investigaciones hasta el extremo.
Los atletas, en su mayoría investigadores del cáncer, como ya se ha dicho, lucían camisetas elaboradas al efecto con distintos patro-cinios, cuyos logotipos precisamente flanqueaban el del citado CIC.
Al llegar al destino, cada uno de ellos fue soplando dentro de un globo para dejar allí su aliento tras el esfuerzo. Cuando todos lo hicieron, se enterró dicho globo