José Ignacio Cordón, "135 troqueles de acero empleados en Joyería Cordón para fabricar insignias, medallas y monedas conmemorativas y colocadas en una caja fuerte sellada."

José Ignacio Cordón (Salamanca, 1944) es joyero, gemólogo. Joyerías Cordón se fundó en Salamanca en el o 1920 por el

abuelo de José Ignacio, D. José Cordón de Blas, que a su vez era hijo de platero en Sevilla, en la calle San Pablo n.º 1, donde posterior-mente se construyó un edificio que alber la joyería, una tienda de regalos, tres pisos donde vivía toda la familia y los talleres de joyería y relojería en el ático. La empresa se amplió con una sucursal en la Plaza Mayor, n.º 25 en el o 1940.

Al fallecer el abuelo en 1971, se repartieron las tres tiendas entre los hijos, quedándose el padre, José Manuel Cordón, con la de la Plaza Mayor y con el taller de joyería.

En el año 1993 su padre traspasó la joyería a José Ignacio, que regenta desde entonces el negocio con la ayuda de su hijo Pablo, que será la cuarta generación de joyeros en Salamanca.

Como nota curiosa, se hace notar que el abuelo José se casó con Rafaela Elena, que a su vez era hija de Sebastián Elena, que tenía la joyería en la calle de la a y que era descendiente de una larga serie de plateros que se alarga hasta el año 1690. Uno de ellos recibió el título de proveedor de la casa real, honor que se conservó celosamente.

En los talleres de la joyería Cordón se han fabricado todo tipo de joyas en oro y plata que han llegado desde el Kremlin hasta el Vaticano. Se han especializado en hacer condecoraciones y medallas conmemorativas y algunos de sus clientes son el Ayuntamiento y la Diputación de Salamanca, Cortes de Castilla y León, Parlamento de Andalucía, Universidades como la de Salamanca, Valladolid, Extremadura, León, Pontificia de Salamanca, Pontificia de Comillas, Pontificia de Ávila, Universidad a Distancia y muchos organismos deportivos y empresas.

Lo que se enterró en el Museo Mausoleo de Morille fueron una serie de troqueles de acero templado que se utilizan para la fabricación de las insignias y las medallas conmemorativas.

Para ello se hace primero un punzón de acero en el que se talla el motivo o escudo que se quiere fabricar. A continuación hay que templarlo y clavarlo en otro troquel de acero dulce, donde queda el molde a reproducir. Este troquel también hay que templarlo para endurecerlo y ya está listo para empezar a estampar.

Para estampar hacen falta unas prensas hidráulicas de 10 a 20 toneladas: Se coloca el troquel, encima una lámina de oro, plata o bronce, y se da un golpe con la prensa. De este modo queda estampado el motivo y ya solo hace falta quitar los rebordes sobrantes y queda terminada la pieza.

José Ignacio Cordón y su familia son vecinos de Morille desde hace años.