Más de un centenar de moteros inauguraron el monumento para homenajear a todo los compañeros heridos o muertos en trágico accidente por culpa de los «quitamiedos» que jalonan nuestras carreteras.
El monumento, anclado sobre un pedestal de hormigón, está realizado con los mismos «quitamiedos» en forma de columna sobre la que descansan unas botas de motorista. En el pedestal figura una
inscripción que reza: «La verdad a tus pies» y en el lado contrario: «150 Contra Ingelmo». En total han sido más de 150 los motoristas que han homenajeado a sus compañeros fallecidos, mientras que
El acto se desarrolló en la parte superior del Museo Mausoleo y la columna conmemorativa tiene el mismo aspecto que la que utilizó Luis Buñuel en su inefable película «Simón del desierto», en la que Simón el Estilita desafía las inclemencias del tiempo y las tentaciones de Lucifer, casi siempre encarnado en una mujer –joven o vieja–, para ganar el cielo.
Simón permaneció subido a la columna durante años y rechazando todos los placeres alimenticios y carnales, aunque finalmente acabó cediendo y tomando copas con el diablo, acaso en una disco-teca de Nueva York.
Al igual que Simón el Estilita los motoristas terminaron el home-naje cediendo a la gula con una comida de confraternidad, eso sí, bien regada con todo tipo de líquidos, ya que el calor apretaba, en Aldeaseca de la Armuña.